
No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. El que escucha la palabra, pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.
Santiago 1:22-25 (NVI)
Nuestro PADRE se complace cuando las palabras que leemos hacen verdaderos cambios en nuestras vidas. Nos aleja del yo y nos acerca a ÉL para servir a los demás y no a nosotros mismos. ¿Y cuál es la evidencia de que hemos hecho un cambio, de que SUS palabras han hecho una diferencia? La evidencia esta en lo que hacemos.
En su carta, Santiago pone mucho esfuerzo en llamarme a tomar acción.
- Me llama a tener un buen impacto en la vida de una persona necesitada.
- Me llama a enviar una carta ofreciendo consuelo y ayuda.
- Me llama a compartir la palabra de Dios con mis vecinos, amigos e incluso mis enemigos.
- Me llama a convertir a un pecador (empezando por mí mismo) del error de su camino.
Santiago también se esfuerza por ser inclusivo en su alcance, poniendo a Abraham y a Rahab en el mismo ámbito. Santiago muestra que todos tenemos una obligación y que todos tenemos capacidades, algunas grandes y otras pequeñas, pero cada uno de nosotros tiene un don. Ya sea una pequeña moneda para dar.
Es un criterio por el cual seremos juzgados, como lo fueron Adán, Caín, Miriam... "¿Qué has hecho?"
La frase más corta en el pasaje de Santiago 1 es realmente profunda. Santiago dice simplemente: "Llévenla a la práctica".
¿Qué acción basada en la fe podemos hacer tú y yo hoy?
Thanks Jim for the pithy reminder “Do what it says”!
Thank you!
May we indeed (in deed) react to what we have been shown in the mirror of the law of liberty!