
Y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe,
Hebreos 12:1-2 (NBLA)
Recientemente estuve escuchando un podcast en el Cerebro Oculto de NPR llamado "El ojo de la mente". Había una discusión sobre la intensa concentración de ciertos atletas de élite. Una exitosa corredora de maratón, por ejemplo, elige un objeto delante de ella cuando está corriendo y se concentra en él, excluyendo todo lo demás hasta que lo pasa. Un equipo de investigación descubrió que los participantes del estudio a quienes se les dijo que se concentraran mucho en la línea de meta -en lugar de mirar a su alrededor normalmente- no sólo percibían que la distancia era más corta sino que también ejercían menos energía física para llegar allí.
Concentrarnos en un objetivo y no permitir que nada nos distraiga es una estrategia que puede ayudarnos a tener éxito en muchos aspectos de la vida.
Los recientes descubrimientos sobre la importancia de la concentración hacen eco de la sabiduría de la Biblia. El autor del libro Hebreos escribe, "puestos los ojos en Jesús" (Hebreos 12:2 NVI). La importancia de estas palabras se ilustra poderosamente en la historia de Jesús caminando sobre el agua. Pedro fue capaz de caminar sobre el agua mientras se dirigía hacia Jesús. Pero cuando Pedro perdió la concentración y miró a su alrededor, comenzó a hundirse. Gritó y Jesús lo rescató (Marcos 14:22-33).
Las olas de distracción alrededor de Pedro eran muy reales...
La presencia de Jesús no hizo que se fueran...
Jesús no quería que Pedro pretendiera que las olas no estaban allí. . .
¡Estaban ahí!
Pedro consiguió su objetivo de ir hacia Jesús, aunque había olas, siempre y cuando se mantuviera concentrado en el Señor.
Creo que un aspecto de fijar nuestros ojos en Jesús es recordar que él desea nuestro éxito espiritual. Lo desea tanto que dio su vida por nosotros. Es más, el trabajo que hizo a favor de nosotros no está sólo en el pasado. Está vivo ahora. El escritor de los hebreos proclama:
Por lo cual Él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos.
Hebreos 7:25
¿Hay distracciones que te dificultan poner tus ojos en Jesús? ¿Cómo puedes volver a concentrarte en él?
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