
Y le puso por nombre Noé, diciendo: Este nos dará descanso de nuestra labor y del trabajo de nuestras manos, por causa de la tierra que el Señor ha maldecido.
Génesis 5:29 (LBLA)
Ocho personas se salvaron. Sólo ocho.
En los libros para niños, la historia de Noé tiende hacia el arco iris, con colores bonitos, un arca limpia y ordenada, y animales bien educados. Noé y su esposa experimentan serenamente la extendida cuarentena mientras sus vidas anteriores desvanecen. Qué encantador.
Una clase de escuela dominical para adultos, por otro lado, tiende fácilmente a las nubes de la tormenta: los días violentos, los vecinos desatentos, los sobrevivientes solitarios.
Noé, el texto nos dice, fue justo y perfecto, encontrando el favor de Dios. La lección es clara: sé como Noé y te salvarás. Si alcanzas su nivel de éxito, incluso podrás salvar a tu familia. No seas como la gente que te rodea, los que prefieren la violencia, el mal y la corrupción. Dados estos parámetros y sus crudos resultados, La conversación en clase comienza fácilmente a identificar los fallos legítimos de la sociedad moderna, esperando en si separarse de la injusticia y su correspondiente juicio.
La historia de los niños es ligera. La historia de los adultos es pesada: sólo se salvaron ocho personas. Sólo ocho.
Una mente que se inclina hacia los números y las proporciones podría incluso empezar a extrapolar lo siguiente:
- ¿Cuál era la población de la Tierra en ese momento?
- ¿Cuál es la población de la Tierra ahora?
- ¿Qué podría significar esto para nosotros?
- ¿Cuáles son las implicaciones numéricas?
El número ocho es muy pequeño. A medida que la mente lidia con esta información, se deja llevar a una mentalidad de escasez, percibiendo la falta de salvación subyacente.
Cuando entendemos esta historia en términos de escasez, ocurren cinco cosas.
- Experimentamos miedo.
- Intentamos presentarnos como justos y perfectos, o al menos fieles.
- Pasamos toda la culpabilidad a nuestros vecinos: su violencia, sus películas, su política, su falta de fe.
- Comenzamos a malinterpretar a Dios.
- No entendemos el punto.
Noé y su esposa eran bastante mayores cuando empezó a llover, al igual que sus hijos. No era una pareja de cuarenta y tantos años con hijos de veinte y tantos años. Hubo mucho tiempo para que tuvieran muchos más hijos, nietos y tataranietos. En cambio, tenemos una familia de ocho. No once, ni catorce, ni veintisiete: ocho.
Resulta que el número probablemente importa mucho, no por sus implicaciones numéricas, sino por sus implicaciones simbólicas. ¿Qué sabemos del número ocho? A primera vista, el octavo día significa el comienzo de un nuevo ciclo de 7 días. El primero está completo; el nuevo ha llegado. Hemos estado viviendo y ensayando este ciclo desde el día en que nacimos. A segunda vista, Dios es todo en todos después de siete mil años. Y a tercera vista, la circuncisión ocurre en el octavo día, simbolizando la eventual circuncisión del corazón. El número ocho, entonces, contiene la promesa de algo nuevo y un sentido de completacíon o completitud.
Volviendo a Noé, la lección no es que "sólo ocho personas se salvaron"... la lección es que "todas las ocho personas se salvaron". El número completo. Dios salvó a toda la "familia" de Noé porque Noé encontró gracia ante sus ojos. Los paralelismos se hacen obvios:
No somos Noé, Jesús es Noé. | Sólo somos su familia.
Jesús es justo y perfecto. | No somos ni justos ni perfectos.
Jesús es la razón por la que somos salvos. | Nosotros no somos la razón por la que somos salvos.
Ya no hay temor. Ya no hay necesidad de fingir que somos justos o perfectos. Ya no hay necesidad de hablar de nuestros vecinos. Ya no hay un malentendido.
Si la historia de Noé fuera una parábola sobre cestas, peces, monedas u ovejas, no perderíamos el punto. Naturalmente sacaríamos lecciones de abundancia. La leeríamos y diríamos: "Y entonces todos fueron salvos, la familia entera". Los ocho.
Gracias, Dios, por Jesús. Este nos dará descanso. Gracias por ser un Dios que salva.
I’m thinking about the story of Noah at this time of our lockdown. Noah and his family were in a totally different kind of lockdown that never before had the same import. Thanks Corina I loved your thoughts on this, “this one will give us rest”.